sábado, 28 de marzo de 2020

El colmo de la estupidez humana.



Últimamente, vemos continuamente mensajes de sanitarios, fuerzas de seguridad, mandatarios del gobierno, famosos, anónimos, gente de tu barrio, vecinos de tu escalera, familiares, niños, etc. pidiendo continuamente que nos quedemos en casa, que es la única forma de parar esta pandemia que nos tiene confinados en este momento y que se está llevando a muchos de nuestros seres queridos; yo que soy muy bien mandada y hago caso de las indicaciones que nos han dado, salgo una vez por semana a hacer la compra y recados que necesito, para no salir más en toda la semana.
Ayer, entre esos recados, me tocaba ir a la farmacia ya que tengo tratamientos crónicos y una vez al mes me toca reponer "provisiones"; pues bien, esperé fuera un ratito, ya que la farmacia que tengo más cercana es más bien pequeñita y había dos personas dentro; cuando entré me dirigí al mostrador, respetando la línea de distancia que hay marcada en el suelo, entregué mi receta y me puse a esperar mientras la farmacéutica fue a por mis "provisiones"; de repente me doy cuenta de la conversación que tiene la otra farmacéutica con la otra clienta que estaba en la farmacia, hablaban sobre una crema para la cara, que si era natural, que cuál era el contenido de ácido hialurónico, que si no sé qué, que si no sé cuánto, que tampoco es que me importe mucho la conversación ajena; pero observé el panorama: la famacéutica sin guantes ni mascarilla y la clienta aprovisionada de todo pero sin guardar la distancia debida con la primera; y venga a hacer preguntas, y venga a revolver en el expositor, y venga a marear la perdiz, que todo hay que decirlo, pero sin dejar respirar a la profesional.
Al final se fue sin comprar nada y con mala cara por las miradas que todos en el interior le estábamos dirigiendo.
Señora mía: no voy a poner en duda que las cremas para la cara son importantes, puesto que lo es el que nos cuidemos, pero ¿si no sabe qué crema comprar porqué no compra la de siempre y deja de molestar a quién tiene que trabajar y no se puede quedar en casa como usted? ¿por qué no se compra en todo caso la primera que vea sin alterar la seguridad de quién cómo en este caso, tiene un bebé de siete meses, marido y otra niña de tres añitos? ¿se aburre usted mucho en casa y no sabe qué hacer para remediarlo? muy sencillo señora mía, lea, escuche música, baile, vea televisión, llame a sus amigos y familiares, haga ganchillo, el pino con las orejas o utilice el satisfyer manual, pero no vaya a exponerse usted en primer lugar, y en segundo lugar, a quién no puede dejar de ir a trabajar y quedarse en casa como usted.
Respete y será respetada, de lo contrario, las miradas que tanto le molestaron son el prólogo de lo que realmente se merece.

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